Inés y Luis son la pareja ideal. Ella, odontóloga, directora en la que fuera la clínica de su padre; él, abogado especialista en divorcios, con despacho propio en pleno centro de la ciudad. Ambos, altos y guapos. De gustos refinados. Novios de toda la vida, viven juntos desde hace una década. Él le pidió matrimonio… Sigue leyendo Perrito faldero
Categoría: Relatos
Punzadas ficticias: Salida
Justo cuando la torre de la iglesia cantó la quinta campanada, se sentó frente al portátil que tenía abierto sobre su escritorio. Éste, encajado bajo la ventana, le deparaba unas vistas inigualables. El sol, todavía en lo más alto, abrillantaba las pequeñas hojas que ya brotaban de los árboles próximos a la casa y, un… Sigue leyendo Punzadas ficticias: Salida
El tabaco
Fumar tiene algo que engancha, más allá de la nicotina. Es algo que está en el hecho de colgarse el cigarro entre los labios, encenderlo, succionar y sentir la bocanada del humo, con el sabor particular de cada marca, llenándote la boca, la tráquea, los pulmones, para luego soltarlo, también entre los labios (o hay… Sigue leyendo El tabaco
Vinos en la niebla
Partida: «El amor feliz no tiene historia. Sólo el amor mortal es novelesco; sólo el amor amenazado y condenado por la propia vida puede ser exaltado por el lirismo». (El Amor y Occidente, de Denis de Rougemont, editorial Kairós). Ejercicio: escritura espontánea de un relato en el taller, donde debían incluirse, a medida que las… Sigue leyendo Vinos en la niebla
Punzadas ficticias: Desrealidad
IRREALIDAD Me invade el olor a coliflor hervida e hígado frito. No soporto ni el uno ni el otro, pero la visión de mi abuela cubierta por aquel delantal blanco lleno de restos de manchas de tomate, aceite y jugos de animal me enternece. En aquellos tiempos, la cocina estaba revestida de baldosas blancas de… Sigue leyendo Punzadas ficticias: Desrealidad
Punzadas ficticias: Exuberancia
(Una chica se encuentra sentada en una silla en medio del escenario. Viste normal, sin marcas, y mira su móvil, uno cualquiera. A su lado, una silla vacía. No hay nada ni nadie más, sólo un fondo negro y un foco sobre ella y la otra silla. Al instante, sale un chico que se sienta… Sigue leyendo Punzadas ficticias: Exuberancia
Supervivencia
No era una guitarra buena. El cuerpo era de contrachapado, lo que hacía que sonase a lata de conservas. Pero llevaba con ella más de un cuarto de siglo. No era una guitarra buena, pero era una buena guitarra, una compañera de batalla a la altura de la tarea de pico y pala en que… Sigue leyendo Supervivencia